En el caminar cristiano hay varias etapas por las que pasa una persona. El objetivo final del cristiano es llegar a ser hecho a la imagen del Hijo (primogénito) de Dios.
1 – La persona no conoce de Dios y no es parte del pueblo
“Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, los que sois llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne, en aquel tiempo estabais sin Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y extranjeros en cuanto a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.” Efesios 2:11-13
La Biblia nos deja ver que no todas las personas son parte del pueblo de Dios, hay personas que son excluidas de la ciudadanía de Israel, es decir no participan del pacto de Dios.
2 – La personas recibe al Señor y se vuelve parte del pueblo de Dios
“Pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” Juan 1:12 RVR
“pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.” Juan 1:12 NTV
3 – La persona se vuelve oveja (Hijo inmaduro)
“Piénsenlo de la siguiente manera: si un padre muere y deja una herencia a sus hijos pequeños, esos niños no están en mejor situación que los esclavos hasta que se hagan mayores de edad, aunque son los verdaderos dueños de todas las posesiones de su padre. Tienen que obedecer a sus tutores hasta que cumplan la edad establecida por su padre.” Gálatas 4:1-2 NTV
Nosotros empezamos siendo hijos inmaduros, pero siendo inmaduros, no podemos gozar de toda la herencia que nuestro padre Dios tiene para nosotros.
“Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en el favor de Dios y de toda la gente.” Lucas 2:52 NTV
Vemos en este ejemplo que Jesús (Yahshúa) nuestro modelo a seguir también nos dió el ejemplo de ir creciendo y madurando. El no se quedó cómo era, con la actitud y madurez de un niño sino que siguió creciendo sabiendo que era lo que tenía que hacer y cuál era su objetivo.
“Él les dijo: ¿Cómo es que me buscabais? ¿No sabíais que yo debo estar en los asuntos de mi Padre?” Lucas 2:49 RVR
4 – La persona se vuelve hija
Cuando Jesús (Yahshúa) llegó a una etapa de madurez, vemos que el Padre celestial lo reconoce cómo hijo, esto se refiere a un hijo maudro.
“Y una voz dijo desde el cielo: «Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo».” Mateo 3:17
5 – La persona se vuelve sierva o siervo
Una vez Jesús fue reconocido cómo hijo maduro, el Espíritu Santo lo llevó al desierto.
Con este hecho nos surgen dos preguntas:
¿Los desiertos son malos?
No, los desiertos son para poder estar en intimidad con el Señor.
“Por eso, he aquí que yo la voy a seducir y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.” Oseas 2:14
¿Por que el Espíritu Santo llevó a Jesús al desierto?
Para poder darle poder. Vemos que Jesús estuvo en ayuno durante 40 días y fue probada su madurez.
Fue llevado al desierto para ser tentado (Su madurez fue probada)
“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.” Mateo 4:1 RVR
Ayunó durante cuarenta días
“Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, al final tuvo hambre” Mateo 4:2 RVR
Le fue concedido poder
“Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y las noticas sobre él se difundieron por toda la comarca circunvecina. Enseñaba en sus sinagogas, siendo glorificado por todos.” Lucas 4:14
Vemos que después de haber alcanzado la madurez cómo hijo, Jesús empezó a servir a su Padre con poder y enseñando a las personas. Esto nos deja ver que no sólo basta que nosotros lleguemos al entendimiento y madurez de ser hijos de Dios, sino que también Jesús nos da el ejemplo de que tenemos que avanzar en nuestro caminar hacia el servicio.
6 – La persona ser vuelve heredero
“Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”. Juan 16:15 RVR
En este versículo Jesús nos hace entender que ya cómo hijo maduro, el podía disponer en la totalidad de lo que el Padre tenía.
Vemos en Juan 17 la oración final de Jesús donde el entrega cuentas al Padre habiendo ya acabado lo que le fue encomendado como siervo antes de ser crucificado.
7 – Nosotros fuimos llamados a ser cómo Jesús porque es posible ser cómo El
“Bástale al discípulo llegar a ser como su maestro, y al criado como su amo. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa!” Mateo 10:25 RVR
“Y todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, vamos siendo transformados de gloria en gloria a la misma imagen, como por la acción del Señor, del Espíritu.” 2 Corintios 3:18
Conclusión:
Hay mucha promesas en el evangelio que Dios tiene para nosotros para darnos una vida plena en esta tierra, recordando que El dijo que vino a dar vida en abundancia (Juan 10:10), pero para poder gozar de todo lo que El nos prometió tenemos que alcanzar la madurez que el Padre espera de nosotros para poder administrar todo lo que tiene para nosotros y no desperdiciarlo cómo lo hizo el hijo pródigo.
Una característica primaria del hijo maduro, es que su delicia está en el Señor y no en los placeres de este mundo, porque sabe que todo lo que desea afuera del Señor no es más que una añadidura:
“Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.” – Salmo 37:4 NTV
“»No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar. Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón.” Mat 6:19-21 NTV
“Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios. Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra.” Colosenses 3:1-2
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33
¿Que es el reinio de Dios?
Jesús (Yashúa) es el reino de Dios.
¿Qué es la justicia de Dios?
Jesús (Yashúa) es la justicia de Dios.
Lo que Jesús nos estaba diciendo es que se necesita buscar a Dios en intimidad y todo lo demás es añadido a nosotros. Mientra nosotros NO busquemos y tengamos a intimidad con el Señor, ese versículo no se puede activar o aplicar en nuestra vida.
Por eso vemos que hay personas que van toda una vida a la iglesis y sirven en sus respectivas congregaciones sin ver las promesas de la palabra en su vida, porque nunca buscaron tener una vida de intimidad con el Señor Jesús.
Por eso la Biblia nos muestra que en aquel día a muchas personas el Señor Jesús les dice: “Apartaos de mí, nunca los conocí”.
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” – Lucas 7:21-23 RV60
Lecturas adicionales:
Historia del hijo pródigo: Lucas 15:11-32
Pródigo: Dicho de una persona: que desperdicia y consume su hacienda (riqueza) en gastos inútiles, sin medida ni razón – RAE